Escribir una novela es una tarea complicada que requiere como mínimo varios meses de trabajo y mucha organización. Aquellos que encaren su primer libro se encontrarán con problemas que no tuvieron en relatos más cortos y que pueden conducirlos al desánimo e, incluso, al fracaso. Pero hay un medio para evitarlo: organizarse muy bien.
Voy a explicar una forma para organizar el trabajo de manera que seáis más eficientes y no os encontréis con sorpresas inesperadas. Este método puede no ser el más eficaz para todo el mundo, y desde luego no es el único, pero os garantizo que funciona perfectamente, especialmente con aquellos autores que todavía no saben cómo empezar y carecen de la experiencia necesaria para elaborar su propia metodología.
Paso primero: planificación
A menos que seas un auténtico genio eso de tener una idea y sentarte a escribir sin más no suele funcionar en relatos superiores a 30 páginas. En una novela las posibilidades de encontrar fallos o huecos en el argumento, de olvidarte de elementos esenciales o, simplemente, de encontrarte perdido de repente y sin tener ni idea de cómo salir del embrollo son mucho mayores si no has realizado previamente un "mapa" del recorrido, es decir, una síntesis del argumento.
Se trata de elaborar, en una o dos páginas, las líneas maestras del argumento, con los personajes principales, el hilo conductor y los momentos claves. No es necesario que sea un relato homogéneo, puedes pasar por encima algunas partes que sepas que son más estables o tranquilas, y describir con detalle un momento que sepas que es clave para el argumento (por ejemplo, el desenlace final, el momento de eucatástrofe). Escribirlo te ayudará a fijarlo, a darte cuenta de las carencias y de las incongruencias, y podrás solucionarlas antes de empezar.
Mi consejo es que no tratéis de hacerlo en una tarde. A menos que tengáis suerte o lo hayáis planificado detalladamente con anterioridad os encontrareis con interrogantes que no sabréis responder. Dejadlos macerar un tiempo. Escribidlos en un papel, una libreta pequeña o apuntadlas en vuestro móvil (yo uso la aplicación Wunderlist, por ejemplo), así los tendréis presentes cada vez que los veáis. Después, volved al argumento una vez al día, sin obligaros a resolver nada. Poco a poco las soluciones irán tomando forma en vuestra cabeza. Apuntaréis, tacharéis y volveréis a apuntar lo mismo varias veces, pero tarde o temprano lo terminaréis.
Cuando tengáis el resumen terminado habrá llegado el momento de tender las vías por las que circularéis: las guías de escritura. Tendréis que hacer al menos una, la más importante, la de capítulos. Los capítulos son las unidades en las que se divide la novela, y el inicio o el final de uno de ellos suele ser el momento elegido para interrumpir o recomenzar la lectura del libro, por lo que es muy importante distribuir bien la historia a lo largo de cada capítulo, atendiendo a su extensión, a la temática y a la previsión que hagas de la extensión. Algunos capítulos serán más importantes que otros o tendrás más o menos elementos. Ahora es el momento de distribuirlos adecuadamente y de echar un vistazo general a la novela, por si fuera necesario ordenarla o ajustarla de nuevo.
Otras tablas que puedes necesitar pueden ser, por ejemplo, una cronológica, o de relaciones entre los personajes. Todo depende de lo complejo que sea o de la importancia que le des a cada elemento. Eso lo tienes que ver tú.
Estate mentalizado por si es necesario modificar el argumento o alguna de las tablas varias veces a lo largo de todo el proceso. No te desesperes y hazlo antes que dejarlo para luego, olvidarlo y continuar utilizando las guías desactualizadas. Vale mucho más corregir el fallo en el momento y no arrastrarlo más que corregirlo en el momento, olvidarlo y continuar utilizando las guías desactualizadas.
Llegado a este punto es el momento de comenzar a escribir de verdad.
Esta muy bien explicado y claro puede ayudar mucho a las personas que quieran escribir por primera vez y si tienes talento mejor que mejor
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